Pedagogía de la educomunicacion popular
«La verdadera comunicación no está dada por un emisor que habla y un receptor que escucha, sino por dos o más seres o comunidades humanas que intercambian y comparten experiencias, conocimientos, sentimientos (aunque sea a distancia a través de medios [o canales] artificiales. Es a través de ese proceso de intercambio como los seres humanos establecen relaciones entre sí y pasan de la existencia individual aislada a la existencia social comunitaria [...] Los medios masivos tal como operan actualmente en su casi totalidad no son medios de comunicaciónsino medios de información o de difusión. Podrían llegar a ser realmente de comunicación(y de hecho algunos pocos han logrado y demostrado serlo); pero para ello tendrían que transformarse profundamente [...] el proceso de la comunicación debe realizarse de modo quedé a todos la oportunidad de ser alternativamente emisores y receptores. Definir qué entendemos por comunicación equivale a decir en qué clase de sociedad queremos vivir»
Mario Kaplún
se dedicó de lleno a la docencia y la investigación y donde enfocó sus actividades y esfuerzos a la pedagogía. Participó en la licenciatura de Ciencias de la Comunicación, recientemente creada, organizando y coordinando el área de educación. Los conflictos con los estudiantes y con el rectorado, le forzaron a renunciar, y se dedicó más bien hasta el final de su vida a la acción en los contextos comunitarios, en los combinó la actividad pedagógica con la investigación-acción, con la consigna aprender haciendo, promoviendo el diálogo entre universitarios y pobladores de barrio y propiciando la idea de que la universidad debe implicarse en la educación popular.
Su actividad latinoamericana y su influencia en el continente se hizo imparable. Coordinó el Programa Latinoamericano de Comunicación Popular del Consejo de Educación de Adultos de América Latina (CEAAL), fundó el boletín latinoamericano de comunicación popular: Pregonero y en 1987 realizó un estudio sobre la democratización de las comunicaciones en la perspectiva del año 2000, para UNESCO. En Montevideo organizó el Encuentro Latinoamericano Monte Video ‘88 sobre vídeo en la Educación Popular. Solicitado por la UNESCO, profundizó sobre la confluencia entre Comunicación y la Educación, en la práctica.
Su actividad latinoamericana y su influencia en el continente se hizo imparable. Coordinó el Programa Latinoamericano de Comunicación Popular del Consejo de Educación de Adultos de América Latina (CEAAL), fundó el boletín latinoamericano de comunicación popular: Pregonero y en 1987 realizó un estudio sobre la democratización de las comunicaciones en la perspectiva del año 2000, para UNESCO. En Montevideo organizó el Encuentro Latinoamericano Monte Video ‘88 sobre vídeo en la Educación Popular. Solicitado por la UNESCO, profundizó sobre la confluencia entre Comunicación y la Educación, en la práctica.
El cassette-foro es un sistema de comunicación para la promoción comunitaria y la educación de adultos, puesto al servicio de organizaciones populares. El método es inter-grupal y bidireccional, mediante el intercambio de mensajes grabados en cassette. Fue una innovación de Mario Kaplún que inspiró a numerosas comunidades latinoamericanas en su labor educativa, con grandes éxitos en el aprendizaje y en la concienciación popular.
Convertía en emisores a los receptores de mensajes, siguiendo el esquema de Paulo Freire de investigación-acción” cuyo objetivo principal era hacer del proceso comunicativo un diálogo intergrupal -un proceso real de ida y vuelta-, y volver a los receptores más críticos y participativos. El modelo permitía al destinatario no sólo recibir el mensaje sino también responder y dialogar, e implicaba además una dimensión de intercambio intergrupal que favorecía la condición de co-emisores de todos los participantes. La primera experiencia fue realizada con agricultores uruguayos.
"cuando empezamos el cassette foro, si hubiéramos partido de nuestra propia percepción política de la realidad de los grupos, de las cooperativas campesinas para los que fue destinada nuestra primera experiencia, no hubiéramos podido generar ningún proceso porque esos grupos no asumían ni tenían presente esa interpretación, por exacta que ella hubiera sido. Por ejemplo, si en nombre de una visión política de la comunicación, hubiéramos empezado con nuestras ideas sobre la tenencia de la tierra o la reforma agraria, se habría cometido un gran error, en cambio el haberlos escuchado primero, nos hizo saber cuáles eran sus necesidades sentidas (para llegar a las necesidades objetivas, primero hay que partir siempre de necesidades sentidas), eso hacía posible el diálogo y que ellos vertieran su comunicación dentro de una temática que habían previamente fijado"
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